Si alguna vez ha encendido una fogata, comprenderá que para que tenga éxito se necesita oxígeno, calor y una fuente de combustible.

El oxígeno está en el aire, el calor lo proporciona una llama y la madera o el carbón son la fuente de combustible. Además, los campistas también saben que mojar una fogata con agua la apagará. Este escenario es un ejemplo de incendio Clase A.

Si bien un número significativo de personas comprende el concepto de fuego de leña, es posible que no sepan que también existen otros tipos de fuegos de clase: B, C, D y F.

Estas otras clases de incendios incluyen una variedad de fuentes de combustible, además de tener en cuenta diferentes temperaturas relacionadas con la fuente de combustible. Lo más importante de estas clases de incendios es la necesidad de conocer y comprender los diferentes agentes extintores específicos de cada uno de ellos. Como se muestra en la tabla, el agua sólo es eficaz para extinguir incendios de Clase A.